FLORA SE TOMA A BOGOTÁ

Flora se viste de muchos colores en una ciudad obstinada que opta por el gris cemento y el rojo ladrillo para decorar sus exteriores y fachadas. Si la ciudad es obstinada, Flora lo es más. Se rebela ante el cemento y el ladrillo. En cualquier grieta, pedacito de jardín o terreno baldío, parque metropolitano ella hace presencia. Lo hace de manera tan cautivadora que siempre se roba las miradas de los transeúntes. Ella, con total desinhibición decora sus ropajes con flores de diferentes tamaños, formas, números de pétalos y texturas. No escatima en creatividad. Eso molesta a los diseñadores de ciudades que como señala un señor de apellido Maderuelo (1994) y una señora de apellido Jacobs (2009) solo quieren ver repeticiones de la misma forma, con la misma medida y a la misma distancia la una de la otra. Lo que está ajeno a este tipo de parámetros se demuele o se ubica por allá, en el peor de los olvidos. El objetivo es crear una ciudad organizada y Avant-garde que intenta emular los proyectos urbanísticos saturados de ciudades superpobladas de la ciudad de moda de cualquier parte del mundo. Flora comprende la situación, pero aun así se niega a irse de Bogotá. Le pregunta a su Pacha Mama por qué los diseñadores de ciudades son mezquinos con ella y solo la quieren ver pintada y en esculturas de plástico. Pacha Mama, en tono jocoso le dice que esa gente está loca, desconectada de la vida y enamorada de la piedra y el metal. Entre risas ambas saben que es cierto y eso las entristece, las llena de amargura. Una sensación de impotencia de saber que a pesar de ser más poderosas que la humanidad, no han podido detener el avance del ser humano. Pero no importa el panorama ni la actitud de los que dominan la ciudad. Ella va a hacer sus picardías donde pueda y quiera y provocarles rabietas a esos que no la quieren ni cerquita. Llena de agallas y de unos cuantos ciudadanos que en secreto y en público la aman, decidió que va a tomarse Bogotá y le va a demostrar a esos cabezas duras que sus creaciones ennoblecen y hacen más amigables los prismas de ladrillo y las alfombras de cemento.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario